Abascal y la Lucha Contra las Juntas de Gobierno en América
La Batalla del Conservadurismo Realista en Tiempos de Revolución.
Lectura: Abascal y la Lucha Contra las Juntas de Gobierno en América.
Durante los primeros años del siglo XIX, América Latina fue un escenario en ebullición, influenciado tanto por los vientos revolucionarios europeos como por las convulsiones internas. El virrey Fernando de Abascal, gobernador del Perú entre 1806 y 1816, se convirtió en una figura central en la defensa del poder realista en medio de la marea insurgente. Con un enfoque firme y conservador, Abascal lideró una feroz resistencia contra los movimientos independentistas que nacían en las juntas de gobierno de diversas partes de América Hispana. Su capacidad militar y política fue clave para preservar los lazos con la corona española, al menos por un tiempo.
El Surgimiento de las Juntas de Gobierno en América
Las juntas de gobierno en América surgieron como reacción directa a los acontecimientos en Europa, especialmente tras la abdicación de los monarcas españoles, Carlos IV y su hijo Fernando VII, forzada por la invasión de las tropas napoleónicas en 1808. Ante la imposición de José Bonaparte como rey de España, las colonias americanas se enfrentaron a un dilema: seguir leales a un gobierno percibido como ilegítimo o buscar una nueva forma de organización política. Esto llevó a la creación de juntas de gobierno locales en lugares como Caracas, Buenos Aires y Quito.
Estas juntas, en un principio, no abogaban necesariamente por la independencia total, sino por la preservación de los derechos de Fernando VII y la defensa del territorio frente al dominio francés. Sin embargo, con el tiempo, muchas de ellas evolucionaron hacia posturas más radicales y separatistas. En gran parte de Nueva España, América Central y Perú, el conservadurismo se impuso, con una clara preferencia por mantener el orden colonial bajo el control español.
Abascal y la Represión Contra los Ideales Liberales
Fernando de Abascal no fue un simple virrey. Su carácter enérgico y su visión conservadora lo convirtieron en uno de los defensores más acérrimos de la monarquía española y de las ideas que ésta representaba. Desde su llegada al Perú, Abascal hizo todo lo posible por sofocar cualquier intento de insurgencia o creación de juntas que desafiaran la autoridad real. Su oposición a las ideas liberales que surgieron en la Península, como resultado de las Cortes de Cádiz, fue férrea.
Para cumplir su misión, Abascal organizó un formidable ejército que, en su momento de mayor auge, alcanzó los 23,000 hombres. Curiosamente, este ejército estaba compuesto en gran medida por tropas mestizas y criollas, dirigidas por oficiales españoles, criollos y mestizos. Muchos de estos hombres, como Andrés de Santa Cruz o Ramón Castilla, se convertirían posteriormente en figuras claves en los movimientos independentistas, lo que demuestra cómo la paradoja de la historia permitió que las fuerzas del Rey terminaran formando, sin querer, a sus futuros oponentes.
El Papel de los Comerciantes Limeños
Uno de los mayores retos que enfrentó Abascal fue la financiación de sus campañas militares. El virrey encontró un gran aliado en el poderoso sector comercial limeño, que había disfrutado de siglos de monopolio económico bajo el sistema colonial. A través del Tribunal del Consulado, los comerciantes limeños aportaron sumas significativas para sostener al ejército y financiar las campañas contra las juntas de gobierno. Durante el periodo comprendido entre 1777 y 1818, estos comerciantes contribuyeron con más de cinco millones y medio de pesos a la Corona, una cifra que equivalía a la totalidad de la moneda acuñada en el Perú en un año.
Este apoyo no solo fue financiero, sino también logístico, manteniendo, por ejemplo, a 1,000 soldados durante un año completo, lo que reflejaba el compromiso de las élites peruanas con la estabilidad del sistema colonial y su aversión a los cambios políticos radicales que estaban sacudiendo otras regiones del continente.
Las Campañas de Abascal Contra las Juntas de Gobierno Americanas
El legado de Abascal no puede entenderse sin analizar las múltiples campañas que lideró contra las juntas insurgentes en América Hispana. A lo largo de su mandato, lanzó diversas expediciones militares para reprimir los movimientos separatistas en diferentes regiones.
La Junta de Quito
La ciudad de Quito, perteneciente al Virreinato de Nueva Granada, fue uno de los primeros focos de insurgencia. Dirigida por figuras como el Marqués de Selva Alegre y su hijo Carlos Montúfar, la junta de Quito fue vista por Abascal como una amenaza significativa. Para aplastar este movimiento, envió a los generales Manuel Arredondo y Toribio Montes, quienes lograron pacificar la ciudad.
La Junta de Nueva Granada
Nueva Granada, una región clave en la geopolítica de la América colonial, también fue escenario de revueltas. Aquí, Antonio Nariño, uno de los líderes criollos más importantes, fue derrotado por las fuerzas realistas comandadas por Pedro Pablo Murillo, reafirmando el control español sobre esta zona.
La Junta de Caracas
En Caracas, uno de los principales epicentros del movimiento independentista, la represión de Abascal se hizo sentir con fuerza. Tras la derrota de las fuerzas patriotas en la isla Margarita, Simón Bolívar, el gran líder de la independencia latinoamericana, se vio obligado a huir hacia Jamaica, lo que permitió a las tropas realistas mantener el control de la región temporalmente.
La Junta de Chile
Chile presentó un desafío más complejo para Abascal. Envió varias expediciones militares con distintos grados de éxito. Antonio Pareja logró victorias iniciales, pero fue frenado por las fuerzas chilenas lideradas por Bernardo O’Higgins. Posteriormente, Mariano Osorio consiguió la victoria definitiva en la batalla de Rancagua, acabando temporalmente con la junta chilena.
Las Juntas del Alto Perú
El Alto Perú, actual Bolivia, fue otra región en la que Abascal dedicó grandes esfuerzos militares. Las batallas entre los realistas liderados por Pezuela y los patriotas comandados por Belgrano y Rondeau fueron duras, pero finalmente las fuerzas realistas lograron imponerse, consolidando temporalmente el control español sobre esta región estratégica.
La Junta de Buenos Aires
El caso de Buenos Aires fue singular, pues, a pesar de los esfuerzos de Abascal y sus aliados, esta junta logró mantenerse independiente. Bajo el liderazgo de Cornelio Saavedra, Buenos Aires resistió los embates realistas y se convirtió en la cuna del movimiento independentista liderado por figuras como José de San Martín.
El Legado de Abascal y el Fin del Poder Realista en América
Fernando de Abascal, con su carácter inflexible y su brillantez militar, logró contener por un tiempo el auge de los movimientos independentistas en América. Sin embargo, la lucha por la independencia era un movimiento imparable, impulsado tanto por factores internos como externos. A pesar de sus éxitos temporales, las semillas de la independencia ya habían sido sembradas, incluso entre aquellos que luchaban inicialmente en defensa del Rey.
La historia juzgaría a Abascal como uno de los últimos defensores de un sistema que se desmoronaba, pero su legado, tanto en términos militares como políticos, dejó una huella duradera en la historia de América Latina.
Autor del artículo
Rolando Rios Reyes: Es un educador peruano, especializado en la integración de tecnologías de la información y comunicación (TIC) en la educación. Estudió en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle – La Cantuta y ha dedicado gran parte de su carrera a desarrollar recursos educativos digitales. Es conocido por haber creado la plataforma educativa "Carpeta Pedagógica", que ofrece una amplia variedad de recursos educativos, incluyendo blogs, WebQuests, y materiales audiovisuales, utilizados por estudiantes y docentes en diversos países.
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